¿Por qué han bajado los sueldos de los diputados?
Tras la breve legislatura que hemos vivido (apenas 5 meses), nos acercamos a unas elecciones el próximo 26 de junio. Sin embargo, esta legislatura a pesar de haber sido corta, nos permite sacar la siguiente conclusión: cuando el número de fuerzas políticas susceptibles de ser elegidas aumenta, los sueldos de los diputados se reducen.
Si consideramos que el sueldo de un diputado está compuesto por su retribución monetaria más los complementos en especie, hemos visto durante estos meses la reducción del mismo. Numerosos diputados han renunciado al ADSL, a los viajes en taxi, o, incluso a parte de su nómina. Así que cabe preguntarse por qué se da esto.
Este fenómeno se asemeja al mercado de cualquier producto. En este mercado tendríamos dos grupos de agentes: por un lado los demandantes de políticos, que son los ciudadanos. La cantidad demandada es fija y se corresponde con el número de asientos de la cámara que se elija. Del otro lado están los oferentes de políticos, que son los partidos políticos.
Dado que la promesa de reducir el salario es un argumento electoral, el hecho de que haya más partidos presiona a la baja los salarios. La evidencia empírica la encontramos en que hasta la irrupción de Podemos y Ciudadanos, la política española estaba dominada por dos partidos. Este duopolio político no tenía incentivos a las reducciones salariales, ya que dominaban el 80% del poder legislativo. Sin embargo, al aumentar el número de fuerzas políticas, y por lo tanto reducir su porcentaje de poder, utilizan argumentos salariales para obtener más representantes (más asientos en la cámara).
Este proceso se asemeja a la ruptura de un monopolio. Cuando una sola empresa (o un grupo reducido) monopoliza la oferta de un producto, el precio es más alto. Sin embargo, si entran empresas nuevas a competir con las primeras, el precio de dicho producto se reducirá en el intento de estas empresas de maximizar sus ventas.
Es obvio que el sueldo no es el único argumento que mira el elector a la hora de elegir a sus representantes. Pero si es cierto que en estos momentos en los que las diferencias ideológicas entre los principales partidos están en mínimos históricos, y tras los recortes en los servicios públicos, el peso que tiene esta variable en la elección final ha ganado muchos enteros.