La integración comercial de territorios se produce en el momento en que dos o más mercados tratan de convertirse en un mercado común mediante la aplicación de una serie de reglas. De este modo podemos decir que los límites de un mercado pueden o no coincidir con las fronteras físicas de un país y con las leyes que en él se aplican para el comercio.
Tradicionalmente existen cuatro formas de integración comercial
1. Sistema de preferencias aduaneras: se trata de un acuerdo entre dos o más países por el que se establece una bajada de aranceles y la simplificación de los trámites burocráticos para el comercio entre los países implicados.
2. Unión aduanera: consiste en hacer un territorio aduanero único donde antes había varios. Se trata crear un único espacio arancelario en el que la política comercial con respecto al exterior sea común para todos sus miembros y en cuyo interior el tráfico de mercancías se encuentre libre de controles e impuestos. Dos ejemplos muy claros son la Unión Europea y Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
3. Zona de libre comercio: consiste en la extinción de los aranceles a satisfacer en el intercambio de mercancías entre los países miembros pero sin liberalización de cargas burocráticas. Es decir, no existe un pago por el traspaso de mercancías pero sí un control de las mismas en aduana. Una peculiaridad de este tipo de integración es que cada estado miembro tendrá sus propias políticas comerciales con el exterior distinto de los demás. Un ejemplo de este tipo de integración comercial es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA).
4. Unión económica: las características de este tipo de integración son similares a las de la unión aduanera con la peculiaridad de que se realiza una unión económica y monetaria además de la unificación de las aduanas.