¿Qué factores influyen en el crecimiento económico?
Nos podemos preguntar por qué algunos países crecen al 2%, otros al 4% y otros al 12%. Sin lugar a dudas la respuesta es variada y compleja pero, una relación evidente es que en los países con más crecimiento aumenta también a su vez el empleo, y por eso el crecimiento es uno de los objetivos más importantes que todos los gobiernos tratan de conseguir a través de las políticas económicas.
No obstante, mantener un crecimiento prolongado en el tiempo -hablamos de varios años seguidos – supone en la actualidad una misión casi imposible para cualquier país, ya que la economía parece moverse en ciclos, pasando por períodos de auge seguidos de periodos de contracción. El momento de máxima expansión del producto dentro de un ciclo se llama peak, mientras que el punto más bajo se llama sima.
Un ciclo completo se extiende desde una sima hasta la siguiente. Por otra parte, estas fluctuaciones económicas son a veces muy distintas entre países en términos de frecuencia y magnitud, por lo que parece que las causas de estas variaciones son muy distintas.
Tal y como hemos comentado, los ciclos económicos han sido ampliamente estudiados por muchos economistas a lo largo de la historia, y lo que se ha observado es que tienen una serie de variables comunes a todos ellos, que son las siguientes:
· Procíclicas: son las variables que tienden a aumentar durante las expansiones y a disminuir durante las contracciones del ciclo económico.
· Contracíclicas: funcionan al revés que las procíclicas, es decir, aumentan durante las recesiones y disminuyen durante las expansiones.
· Acíclicas: no guardan una correlación con el ciclo económico.
Existe un convenio prácticamente universal en señalar el Producto Interior Bruto (PIB) como la medida o variable más importante de la producción de una economía, y a su vez el PNB, o Producto Nacional Bruto, concepto estrechamente relacionado al PIB. Ya que en el primer caso (PIB) medimos el ingreso de los factores de producción en el interior de los límites de una nación y en el segundo caso (PNB) medimos el ingreso de los residentes en la economía sin importar si el ingreso proviene de la producción interna o del resto del mundo.
El PIB per cápita o por habitante es un indicador económico muy utilizado para medir el desarrollo y el bienestar económico de un país, de hecho, se define el crecimiento económico como el aumento del PIB real durante varios años o décadas, pero existen una serie de inconvenientes a tener en cuenta:
· El PIB mide la producción a precios de mercado, que a veces no representa el verdadero valor del producto o servicio.
· En algunos casos el precio de mercado no está disponible o no existe. Por ejemplo, en algunos servicios que presta el Estado.
· Existen determinados bienes y servicios que no se tienen en cuenta en el PIB porque no existe una información clara sobre su coste, como las amas de casa.
· El PIB no tiene en cuenta el grado de desigualdad en la distribución de los ingresos de un país.
Otro ratio directamente relacionado con el crecimiento es la productividad, que se refiere al volumen de productos obtenidos a lo largo de un periodo de actividad determinado. Es un concepto relativo porque relaciona el volumen de productos obtenidos con el volumen de factores empleados, sin embargo, su cálculo también presenta algunos problemas:
· Los factores que agregamos en el denominador a veces son muy distintos: energía, mano de obra, materiales, máquinas, etc.
· A veces surgen problemas para interpretar este ratio, ya que se trata de una productividad media que se convertiría en marginal si se comparasen los incrementos de volumen tanto en el numerador como en el denominador.
· Se trata de un ratio para un intervalo temporal fijo, pero realmente sabemos que hoy en día el entorno es muy cambiante: por ejemplo, se consigue una producción mayor con menos personal y los productos fabricados también van cambiando en el tiempo.
De todas formas, la productividad sigue siendo una herramienta valiosa de gestión que permite comparar las empresas de un país con las de otro. El ratio de productividad lo podemos obtener de dos formas, se puede usar un índice llamado de productividad global cuando incluimos todos los factores en el denominador, o un índice de productividad parcial o por factores cuando utilizamos solo uno o varios factores.
Hasta ahora hemos visto dos factores que pueden influir en el crecimiento de un país, como los productos obtenidos medidos a través del PNB o a través del PIB y la medición de la productividad a partir del ratio correspondiente.
También sabemos que el mayor crecimiento de un país conlleva un incremento del empleo, por lo que podemos afirmar que producción, la productividad y el empleo son conceptos que mantienen una relación de interdependencia, pero pueden existir otra serie de factores muy diversos que van a tener incidencia en el crecimiento económico. Como son la tasa de ahorro, el crecimiento de la fuerza laboral, los cambios tecnológicos, o incluso la posición geográfica que determina unos recursos naturales específicos.
Si observamos el desarrollo del capitalismo a través de la historia, podemos dividirlo en una serie de épocas en las cuales ha predominado en primer lugar el factor agrario, hasta 1.700, a continuación, el capitalismo mercantil y la Revolución Industrial hasta 1.820, y posteriormente un capitalismo liberal en el que podemos afirmar que el sector servicios es el que impulsa el crecimiento en muchos países.
En conclusión, aunque se sabe que algunos factores son comunes siempre que exista un crecimiento sostenido, como los incrementos de la productividad, el empleo, y el PIB, en realidad pueden existir otra serie de causas muy diversas que lo provoquen, y a su vez entre países pueden ser muy distintas.
Por ejemplo, en Estados Unidos el avance tecnológico parece ser el motor principal de desarrollo, en algunos países de América Latina es una acumulación de capital, mientras que en otros países de Asia el crecimiento viene dado por un aumento de la productividad relativa de algunos factores.
Los factores del crecimiento, por tanto, suponen un amplio campo de estudio en el que todavía los economistas debemos investigar, ya que seguramente algunos de esos factores – al igual que las dimensiones del universo – ni siquiera los conozcamos todavía a día de hoy.