Tras los artículos anteriores sobre ahorro a corto y medio plazo, llega el turno de ahorro a largo plazo, un paso más hacia la libertad financiera.
¿Por qué traigo a colación el tema? Pues porque el ahorro a largo plazo persigue ese fin: ser libres financieramente hablando. Y no es un camino corto ni de color de rosas, pero, te permitirá vivir la vida de otra forma.
En el ahorro a medio plazo tocábamos el tema de la inversión, aunque de forma muy superficial. El ahorro a largo plazo es el que te permitirá invertir tu dinero en algún tipo de negocio: venta de productos o servicios por internet, en el mercado de valores, etc.
Invierte tus ahorros
En esta oportunidad olvídate de ahorrar para las vacaciones. Guarda el dinero para poder emprender un negocio que te guste. ¿Cuánto necesitas para poner en marcha un sitio web donde ofrecer tus servicios? ¿Cuánto necesitas para abrir un local de ropa? Ve pensándolo para estipular cuando debes ahorrar.
El ahorro a largo plazo no es juntar el capital y ya está. Ahora llegó el momento de invertir y reinvertir una y otra vez para hacer crecer tu negocio. Porque, al fin y al cabo, un negocio es como un ahorro. Sabes cuánto necesitas para iniciarlo, cuánto dinero necesitas que te dé por mes para mantenerlo y reinvertirlo hasta que te empiece a dar ganancias. Con esas ganancias invertirlo una vez más y así expandirlo.
Debes elegir algo que te apasione porque si no al primer golpe te sentirás derrotado. Algo que sepas hacer y llevar a cabo sin muchas complicaciones. Que requiera de un capital no tan abultado para poder conseguir el dinero rápidamente. Aquí te encontrarás con los ahorros mencionados en artículos anteriores. Con ese dinero que te sobraba mes a mes te sirve para llevar a cabo un negocio o con el que pensabas irte de vacaciones quizás te es más útil invertirlo.
El ahorro a largo plazo incluye efectivamente a los anteriores, pero la consigna es distinta. Aquí debes pensar en invertir, invertir, invertir, así sucesivamente. No significa que no podrás utilizarlo, sino que reinvirtiéndolo lo harás acrecentar, maximizar tus ganancias y alcanzar la libertad.
Camino a la libertad financiera
Es un camino largo, no existe el negocio perfecto ni el que más rápido te dé resultados. Por eso, insisto, debes pensar bien en que quieres invertir. Aquí, quizás entran aspectos psicológicos, porque deberás indagar muy por dentro que quieres hacer. Ese dinero debe darte cierta certeza, porque no tienes el éxito asegurado, de que vas a poder sostenerlo en el tiempo. Como cuando decías guardaré todos los meses esos 100 euros que me sobran o disponías a guardar todos los meses 200 euros para, al cabo de un año, comprarte algo sin necesidad de acudir a préstamos o tarjetas de crédito.
El ahorro a largo plazo ya pasa a otro plano, al de invertir. Pero sin los dos anteriores nunca hubieras podido llegar a este nivel donde la expectativa no es un fin en concreto, sino algo más importante: la libertad financiera.
¿Cómo crees que Amancio Ortega llegó a levantar el imperio que tiene actualmente o Marck Zuckerberg creó Facebook?
Simplemente una idea y el dinero necesario pueden llevarte a ser como ellos.