Los factores que toda empresa ha de tener presentes cuando se decide a internacionalizarse son muy variados. Y en la mayoría de los casos, se corresponden con situaciones dentro de su mercado nacional o con la capacidad de sus empleados para afrontar nuevos retos.
Los 7 factores clave que se deben tener en cuenta son los siguientes:
· Cuando el mercado actual se encuentra saturado, ya sea por el tamaño del mismo o por el ciclo de vida en el que se encuentra nuestro producto, es un momento idóneo para pensar en la internacionalización como alternativa para aumentar los beneficios de la compañía atendiendo a otros mercados.
· A la hora de buscar clientes en un mercado extranjero es necesario analizar las empresas que ya se encuentran dentro de ese mercado. En algunas ocasiones podemos no disponer de recursos suficientes, ya sea de producción o de promoción, para hacernos un hueco entre esas empresas y alcanzar la cuota prevista en el nuevo mercado.
· Un buen motivo para dar el salto a la internacionalización puede ser aprovechar las consecuencias que producen los distintos hábitos de consumo en los diferentes países. De esta manera, en algunas ocasiones, un producto que se encuentra en la etapa de madurez en nuestro mercado puede encontrarse en otra etapa completamente distinta en un nuevo mercado objetivo.
· Las ayudas públicas pueden jugar un papel importante en la internacionalización de una empresa. En determinadas ocasiones, las ayudas procedentes del gobierno del país de destino derivadas de la situación comercial dentro del país, pueden ayudarnos a dar el paso con unas ventajas más que razonables. De este caso el ejemplo más conocido es Irlanda, país con un Impuesto de Sociedades más bajo que el resto de la Unión Europea.
· Otro factor a tener en cuenta son los salarios. En muchos países los sueldos de los trabajadores son más bajos que en el propio. Y esto nos puede ayudar a reducir los costes fijos de la producción y aumentar los beneficios.
· Algunas empresas poseen una capacidad de producción ociosa. Esto significa que su producción podría incrementarse sin aumentar los costes fijos. De este modo una empresa con estas características podría plantearse la internacionalización aprovechando dicha capacidad para producir lo que va a vender en su mercado objetivo sin elevar en exceso los costes de producción.
· El perfil de aquellas personas que dirigen la actividad de la empresa puede ser otra característica que nos puede hacer plantearnos la internacionalización. Hoy en día, gran cantidad de profesionales poseen una formación muy amplia con conocimientos en el área del comercio exterior e idiomas, y si nos encontramos en el supuesto de que nuestros directivos poseen este perfil, es el momento de sopesar lo que supondría una incursión en un mercado exterior. En otras ocasiones compensa la contratación de un profesional del sector debido a los potenciales beneficios a obtener, y a la sensación de satisfacción que surge en un equipo que logra internacionalizar su compañía con éxito.