El pago con nuestro teléfono móvil es una modalidad que ha llegado con el objetivo de sustituir a las tarjetas de débito o crédito, e incluso al dinero en efectivo. Se trata de un método revolucionario que nos facilita el proceso de compra y mejora nuestra calidad de vida al no contar con la serie de inconvenientes que presentan los otros mecanismos más tradicionales.
En primer lugar, la compra en efectivo genera un “coste de suela de zapato”. Es decir, el tiempo que gastamos en desplazarnos hasta el banco sumado al rato de espera que sufrimos en la cola del cajero (o del banco si el importe es elevado) para disponer de nuestro dinero. A esto se le suma la inseguridad que puede ocasionarnos la idea de llevar grandes cantidades de dinero en efectivo, debido a que puede darse la posibilidad de pérdida o incluso de robo. Finalmente, siempre que se lleva a cabo una transacción en dinero líquido, hay posibilidades de que los billetes que recibimos sean falsos.
En cuanto al pago a través de tarjetas de débito o crédito, los problemas surgen cuando se produce el robo de las mismas y de su código PIN. Aunque haya posibilidad de bloquearla y existan límites de disposición y compra, durante el lapso de tiempo entre la sustracción de nuestra tarjeta y el bloqueo de la misma, se puede ocasionar una gran pérdida patrimonial. Además, dado que estas funcionan con banda magnética y con chip, el uso de las tarjetas desgasta estos materiales pudiendo estropearlas y dejándonos entre 4-5 días sin ellas hasta que recibimos una nueva.
En cambio, el móvil es un dispositivo que siempre llevamos encima y, por tanto, soluciona el “coste de suela de zapato” debido a que siempre tendremos disponible nuestro dinero. Además, a pesar de que siempre existe la posibilidad de que nos roben nuestro teléfono móvil, no se llevarán nuestro dinero con él. El sistema Samsung Pay o Apple Pay verifica que somos nosotros los que estamos realizando el desembolso con nuestra huella dactilar, lo cual imposibilita que otra persona que no seas tú lleve a cabo alguna transacción con tus cuentas. A esto se le suma en primer lugar la tecnología tokens, que son una serie de algoritmos numéricos diseñados con la intención de mantener los datos bancarios de los consumidores completamente seguros, y por último el no deterioro de la tecnología, lo cual nos evita los tiempos de espera que sufrimos actualmente con las tarjetas de débito y crédito.
De esta forma, a pesar de que muchos consideran insegura la compra con el móvil, lo cierto es que la llegada de este nuevo mecanismo de pago supone una serie de ventajas que harán más sencillo nuestro día a día, y que realmente nos aportarán una mayor seguridad y comodidad.