Durante el día de ayer, nuestra geografía se llenó de manifestaciones con motivo del 1 de mayo. Esta fiesta tiene su origen en los hechos ocurridos en Chicago en 1886 como homenaje a los Mártires de Chicago: unos sindicalistas que fueron ejecutados en Estados Unidos debido a sus reivindicaciones, entre las cuales se encontraba la demanda de una jornada laboral de ocho horas.
El lema de las principales concentraciones de este año ha sido: “La lucha continúa. Más derechos, más igualdad, más cohesión. Primero las personas”. Además, han destacado las referencias de los líderes sindicales a la situación de Venezuela y con un llamamiento, tras las elecciones generales, a que el nuevo Parlamento dé un giro político que permita el reparto de la riqueza.
Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han aprovechado para pedir un gobierno de izquierdas y mostrar su respaldo social “a un programa que permita repartir la riqueza generada” tras los resultados de las urnas que han dado la victoria al PSOE con 123 escaños y permiten la posibilidad de conformar un gobierno de mayoría contando con Unidas Podemos y ERC.
En Madrid, la manifestación tuvo una afluencia de unas 30.000 personas, según los organizadores. Los líderes de Comisiones Obreras y UGT reclamaron una mayoría parlamentaria estable que lleve a cabo políticas contra la desigualdad. Como prioridades han marcado al nuevo gobierno derogar las dos últimas reformas laborales y la reforma de las pensiones.
En conclusión, la fiesta de este año se ha centrado en las peticiones al gobierno que se constituya, previsiblemente del PSOE, por parte de los líderes sindicales. Y en cuanto a la participación, aunque menor que durante la crisis económica, sigue siendo una de las fechas claves en el calendario del activismo sindical.