El pasado sábado miles de personas salieron a las calles de España en defensa de reivindicaciones como la mejora de las pensiones y el mantenimiento del sistema público. La reforma de 2013 ha provocado que estas hayan subido únicamente un 0,25% durante los últimos años, lo cual, durante el último año, se ha traducido en pérdidas de poder adquisitivo para los pensionistas.
La sostenibilidad de las pensiones es uno de los mayores retos económicos a los que se enfrenta de manera urgente nuestro país. Los avances médicos y las mejoras de las condiciones socioeconómicas han facilitado que la esperanza de vida en España haya aumentado progresivamente con el paso de los años. Esto, unido a la baja tasa de natalidad complican el futuro del sistema público de pensiones español.
La Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones ha llamado a realizar movilizaciones por todo el país para defender una pensión digna. Piden que dicha pensión mínima sea de 1.080 euros y que sea la Constitución la que las blinde y los Presupuestos Generales del Estado los que tengan la obligación de abonarlas.
Miles de personas se han sumado a la protesta para reclamar pensiones “dignas”
Han sido miles de personas las que salieron el pasado sábado simultáneamente a las calles de más de 18 ciudades por toda España reivindicando la mejora de las pensiones, el mantenimiento del sistema público y la pensión mínima de 1.080 euros al mes. Bilbao, Madrid, Santander, Barcelona o Valencia han sido algunas de las ciudades donde más personas se han reunido al grito de “Pensiones públicas dignas” o “Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden”.
En definitiva, la viabilidad de las pensiones pende de un hilo. Con el descenso de la natalidad y la longevidad de la vida, cada vez es menor el número de jóvenes trabajadores que tienen que hacer frente a la sostenibilidad del sistema. Esperemos que consigan dar una solución definitiva a este problema que nos afecta de manera tan directa a todos.