¿Que está pasando en la economía turca y cómo nos afecta?
La tranquilidad bursátil del mes de agosto esta viéndose alterada por Turquía. El desplome de la lira, la inflación y la subida de los aranceles por parte de Estados Unidos mantienen en vilo los mercados y a sus inversores durante el periodo estival.
¿A que se debe tanto revuelo?
Hace ya varias semanas que Turquía se encuentra en una situación económica muy complicada. Su moneda, la lira, ha sufrido un importante desplome y registra perdidas que alcanzan ya un tercio de su valor inicial, situándose en mínimos históricos con respecto al dólar. Pero lo peor de todo es que la moneda turca no consigue estabilizarse y continúa, tras varias semanas, en una espiral decreciente que no parece tener fin.
A esta situación se le suma la creciente inflación acompañada del grave contexto internacional, endurecido sobre todo por las relaciones comerciales con EEUU. Y es que, en las ultimas semanas, el presidente estadounidense Donald Trump ha ordenado la subida de los aranceles al acero y aluminio turco, lo cual ha elevado aún más la inestabilidad económica del país y su moneda.
Además, la Reserva Federal ha incrementado los tipos de interés, lo cual a su vez ha provocado un aumento del endeudamiento del país turco en dólares.
¿Como está afectando todo esto a los mercados?
La depreciación de la moneda turca ha contagiado a las divisas de otros países como Sudáfrica, India o Rusia. Esto ha provocado que muchos inversores hayan comenzado a vender sus bonos y acciones por temor a la posible extensión de inestabilidad económica a estos, o nuevos países.
A su vez, el sector que se ha visto más afectado por la situación de Turquía ha sido la banca europea. Entidades como BBVA (que ha sido una de las más afectadas por esta crisis turca) Unicredit o ING han registrado importantes pérdidas como consecuencia de su presencia en el país.
En definitiva, las complicadas relaciones comerciales con Estados Unidos, los continuados descensos de valor de la moneda, la inflación que sufre el país y la subida de los tipos de interés de la Reserva Federal, son tanto causa como consecuencia del desequilibrio actual en el que se encuentra Turquía. Esperemos que sepan dar solución a esta situación en la que «la pescadilla se muerde la cola» y que pronto los mercados e inversores europeos puedan recuperar su tranquilidad.