Mario Draghi y sus zapatos de color plata
Puede resultar paradójico que el abordar un resumen económico con frecuencia semanal se acabe convirtiendo en más que una simple evocación numérica a la perspectiva y se transforme en un cuaderno de bitácora en el que se anotan pareceres y opiniones sobre distintos líderes.
Si bien la semana pasada apuntaba a que el presidente del Banco Central Europeo no iba a llevar a cabo ningún ejercicio de autocrítica ante una situación como el brexit, finalmente ésta predicción se vio superada en gran medida debido a que el señor Draghi tuvo a bien el culpar de la incierta recuperación económica europea a terceros. Para muestra, les expongo un pequeño fragmento del discurso que pronunció el pasado jueves:
“Los vientos en contra de la recuperación económica en la zona Euro incluyen el resultado del referéndum en el Reino Unido y otras incertidumbres geopolíticas, las débiles perspectivas de crecimiento de las economías emergentes, los ajustes necesarios en los balances de una serie de sectores y un ritmo lento de implementación de las reformas estructurales”
El BCE decide mantener los tipos de interés en el 0,0%
El mismo día, previo al discurso, la institución que preside, el Banco Central Europeo, decidió mantener el tipo de interés en el 0,0%. La explicación que se ofrece para justificar el mantenimiento de tipos se adhiere a la inquebrantable afirmación del necesario impulso a la inflación de la zona Euro.
· El razonamiento es sencillo, sería algo así como si el dinero que tenemos en el bolsillo no rinde intereses, el europeo de a pie no tendrá más remedio que consumir (no ahorrar) y de esta forma la inflación será más proclive a subir, es decir; los productos consumidos se encarecerán.
· El razonamiento, no tan sencillo, y no incluido en la teoría cuantitativa básica del dinero se centra en que el tipo de interés nominal, al representar el coste de tener dinero puede afectar a la demanda del mismo, que, debido a la conjunción cuasi-perfecta con la oferta monetaria, marca el nivel de precios que acabará, mediante su variación, por determinar la tasa de inflación.
Si bien es cierto que la anterior teoría se ha visto refrendada por episodios históricos también es cierto que sobre inflación hay mucho escrito, y lo que es más importante, con diferentes puntos de vista. Para la reflexión planteo la siguiente cuestión, ¿a partir de qué tasa de inflación la población se ve empobrecida con respecto a su poder adquisitivo? Si la respuesta, sin ánimo de ser excesivamente irónico, es cercana al actual 0,1% (en términos anuales) deberíamos replantearnos el hacer que ésta tenga que subir.
Mientras tanto Gran Bretaña acabó fijando su tasa de inflación en el 0,5%, un dato mejor sin duda que el 0,4% previsto. Finalmente, la tasa de desempleo británico también superó positivamente las expectativas, situándose en el 4,9%. Respecto a la inflación, reseñar que también fue positivo el 1,5% anual de Canadá, por encima del esperado 1,4%.
Para la semana que viene se espera que el IPC australiano baje al 1,1% desde el 1,3% anterior. También conoceremos el PIB anual de Gran Bretaña, presumiblemente situado en el 2,0% de nuevo. Para Estados Unidos todo hace apuntar que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) fijará las tasas de interés a corto plazo para la nación una vez más en el 0,5%. En Alemania el desempleo se espera en el 6,1% y para España los datos a tener en cuenta serán el Índice de Precios al Consumo (IPC) y el Producto Interior Bruto (PIB), se esperan fijados en el -0,5% y en el 3,1% respectivamente.