El Grupo G-20, foro conocido por agrupar a 19 países de todo el mundo más la Unión Europea, con más del 85% del producto bruto mundial ha reconocido que las perspectivas ante la pandemia siguen siendo inciertas. La promesa de los dirigentes del G-20 hecha este sábado es la de continuar empleando todas las herramientas políticas y económicas de las que disponen para combatir los efectos dejados por la pandemia del Coronavirus.
Aunque bien es cierto que el grupo está determinado a continuar empleando todas las herramientas que están en sus manos (tanto políticas como económicas) para salvaguardar los empleos, los ingresos y especialmente la vida de las personas apoyando la economía global y mejorando la resiliencia del sistema financiero también han querido dejar un mensaje de aliento recordando que en la medida que las economías locales reabran (cosa que entienden se hará de manera gradual para salvaguardar la vida de las personas) la actividad mundial acabará recuperándose, aunque son conscientes que para poder garantizar ese crecimiento son necesarias más acciones.
La promesa de los dirigentes del G-20 no ha quedado solo en palabras, sino que una de las primeras acciones de este ha sido instar a los acreedores bilaterales oficiales a implementar la DSSI (Sigla en inglés para Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda) de forma completa y transparente en respuesta a los 42 de los 73 países más pobres del mundo que han solicitado dicho congelamiento hasta finales de año (lo que equivale a unos 5.300 millones de dólares en pagos diferidos) siendo el Banco Mundial de China el mayor acreedor de estos países.
Fuente de la información: Reuters