Los taxistas de la capital siguen en huelga. A pesar de que ya terminó Fitur, el cual querían utilizar como altavoz a sus protestas, estos aún han decidido continuar sus paros laborales. En palabras de sus representantes, esta huelga durará “hasta que se encuentre una solución al intrusismo de las VTC”.
Tenemos que recordar que los taxistas de Barcelona también ejercieron su derecho a huelga durante la semana pasada, pero decidieron desconvocarla al final de esta. El motivo fue la aprobación del decreto por parte de la Generalidad de Cataluña que regula que tipo de servicios pueden ofrecer plataformas como Uber y Cabify. Este decreto establece que tiene que haber un tiempo mínimo de 15 minutos de precontratación del viaje para que un coche VTC pueda prestar el servicio. Además, los ayuntamientos tienen potestad para ampliar este tiempo hasta una hora. A esto se le añade la prohibición a ser geolocalizado y la obligación a estar estacionados en garajes o en su base mientras no estén realizando un servicio. Ante estas medidas, las flotas de VTC han presentado ERES para la mayoría de su plantilla.
En Madrid en cambio aún no se ha aprobado una nueva legislación que cambie las reglas del juego, por lo que los taxistas mantienen su huelga indefinida.
Las peticiones de estos a la comunidad son las siguientes:
1.- El tiempo mínimo de pre-contratación debe ser de 1 hora. Esta podrá ser ampliada por los ayuntamientos.
2.- El trayecto mínimo que deben realizar debe ser de 5 km.
3.- Los coches deberán estar estacionados en un garaje o en una base mientras no tengan un servicio precontratado. Piden la prohibición de esperar en la vía pública.
4.- Deberían contar con licencias tanto urbanas como interurbanas si quieren realizar trayectos de ambos tipos y cumplir una serie de condiciones técnicas y medioambientales equivalentes a las de los taxis.
5.- Finalmente, no se podría mostrar la distancia a la que se encuentran los coches hasta que el cliente final no acepte de manera expresa realizar el trayecto.
Ante estas medidas propuestas, el presidente de la Comunidad de Madrid Ángel Garrido ha fijado como línea roja aquellas medidas que provoquen “la desaparición del negocio de Uber y Cabify en condiciones competitivas”. Ha reiterado además que no cederán al chantaje y que los representantes que han escogido están “podemizados”.
En conclusión, la huelga de taxis en la capital se antoja larga. Se prevé su finalización en el momento en el que la comunidad apruebe algún tipo de regulación que proteja al sector del taxi. Sin embargo y hasta el momento, las propuestas de los taxistas y los deseos de la comunidad no acaban de encontrarse.