Tras varios días de caída, la Bolsa española rebotó ayer hasta alcanzar los 8.700 puntos a pesar de las presiones bajistas de Wall Street. Los principales índices de Europa también consiguieron remontar los resultados de los últimos días y experimentaron incrementos generalizados en sus valores. La única excepción dentro de las Bolsas Europas fue Milán, que cerró el día de ayer con pérdidas del 0,46%.
Si desglosamos por índice, el Ibex 35 experimentó una subida del 0,54%, lo que le permitió cerrar el día en los 8.700 puntos. En las últimas 10 sesiones, es únicamente la segunda en la que ha experimentado subidas. Por su parte, el FTSE londinense subió un 0,3%, el DAX alemán un 0,6% y el CAC francés un 0,5%.
Durante las últimas semanas, en toda Europa está ocurriendo lo mismo. Los bancos han conseguido captar toda la atención relacionada con el mercado bursátil. Importantes valores como BBVA o Santander experimentaron pérdidas del 0,16% y el 0,32% respectivamente. Por su parte, ABN llegó a caer con fuerza tras conocer fuertes presiones en sus márgenes, y el italiano Unicredit tras recortar su previsión de ingresos. Otros importantes valores como Telefónica, ArcelorMittal o Repsol también sufrieron pérdidas del 0,34%, 0,80% y 1,83% sucesivamente.
Por otro lado, Meliá consiguió ayer miércoles recuperarse de la tremenda caída que sufrió el pasado martes y lideró las subidas del Ibex 35 con un incremento de casi el 4%. En este lado de la balanza le siguieron Ferrovial, Mediaset e IAG, con subidas del 2,5%, el 2,1% y el 1,9%.
Finalmente, el crudo también se ha visto afectado por las presiones y ha caído abruptamente a ambos lados del Atlántico. El barril Brent, de referencia en los mercados europeos, se desplomó más del 4% hasta intercambiarse en los 56 dólares. El West Texas estadounidense, se hundió más del 5% y su precio amenaza con perder los 50 dólares.
En definitiva, el mes de agosto ha empezado con caídas en los mercados de renta variable. El recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China no ha gustado al mercado, que había subido en los últimos meses por las expectativas de acuerdo entre las dos potencias. De como evolucionen estas negociaciones dependerá el futuro a corto plazo de las bolsas internacionales.