La incertidumbre política, tanto en Europa como en Latinoamérica, ha hecho de mayo un mes especialmente volátil a pesar de que a finales los índices han recuperado gran parte del terreno perdido.
Tras el terrible comienzo de año que tuvieron los mercados mundiales, y tras la recuperación de marzo y parte de abril, mayo lo podemos ver como un mes de tendencia lateral. Después de la caída de principios de mes, el Ibex se ha estado moviendo entre los 8.640 y los 8.780 puntos, hasta que el índice rompió esa resistencia subiendo hasta los 9.150 puntos.
Si tuviéramos que definir el sentimiento que reina en el parqué, la palabra más idónea sería dudas. En primer lugar, por lo que ya está ocurriendo: la inestabilidad política de Brasil y el agotamiento del modelo monetario-financiero de los bancos centrales. Y en segundo lugar, por lo que se viene en junio: la incertidumbre sobre los resultados de las elecciones parlamentarias en España y del referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
También debemos resaltar a Banco Popular. El pasado 26 de mayo la entidad anunciaba una ampliación de capital por valor de 2.500 millones de euros. Lo que hizo que la acción se desplomara un 26% en el día, cotizando en 1,55 euros. Un nivel no visto desde 1993. El anuncio de una ampliación de tal tamaño despierta las dudas sobre la viabilidad del banco, abriendo la posibilidad de una fusión que asegure su supervivencia.
Por otra parte, en este mes de junio puede resultar muy interesante Mediaset, ya que cuenta con los derechos de emisión de la Eurocopa. Si la selección española avanza rondas dentro del torneo continental, el comportamiento de la acción puede ser positivo por las expectativas de mayores ingresos vía publicidad. Se puede decir que la correlación del comportamiento bursátil de Mediaset y de la actuación de La Roja va a ser beneficiosa para el grupo de comunicación.
En conclusión, la incertidumbre está muy presente en los mercados. Si esta se disipa, el potencial alcista de los índices es interesante. Sin embargo, si los riesgos se consuman, la caída también puede ser importante. Para aprovechar la coyuntura, lo mejor es tener una cartera diversificada geográficamente y dejar una parte en liquidez por si surge alguna oportunidad.