El Pleno del Tribunal Supremo aplazó ayer la decisión final acerca de quién debe considerarse el sujeto pasivo del impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados en el caso de que se formalice un préstamo hipotecario.
El pasado 18 de octubre, el órgano judicial señaló que serían los bancos quienes deberían hacerse cargo del abono de dicho impuesto. Un día después, decidió estudiar más detenidamente la decisión para ratificar o rectificarla, poniéndose como fecha límite el pasado día de ayer. Asimismo, el Pleno decidió que no daría a conocer su decisión definitiva hasta hoy.
La situación de incertidumbre, con la inseguridad jurídica que la acompaña, ha provocado la inestabilidad de la banca española.
¿Cuáles son los posibles escenarios?
- Sin retroactividad
El Supremo puede decidir que, finalmente, sean los banco quienes asuman el pago del impuesto. Con esta decisión los clientes se ahorrarían este impuesto de cara al futuro y la banca no deberá provisionar el coste de este de estos últimos cuatro años. Con esta decisión, los bancos podrían repercutir este coste a los consumidores aumentando los tipos de interés o incrementando las comisiones.
- Retroactividad desde 2014
Se trata de uno de los peores escenarios posibles para el sector bancario. Fuentes del sector afirman que si se diera ese caso el coste se podría periodificar año a año, en lugar de tener que provisionarlo. El Gobierno ha avisado de que estará listo para intervenir en caso de que las Comunidades Autónomas se queden faltas de liquidez, puesto que serían ellas las que en un principio tendrían que devolver el impuesto a los contribuyentes.
- Retroactividad al conjunto de hipotecas vigentes en la actualidad
Se trata del escenario más alarmante para las entidades financieras y menos probable para los analistas. Asumir cuatro años de retroactividad puede ser asumible sin llegar a quebrar el sector, pero 25 años podría acabar con la banca española.
Una vez expuestos los posibles escenarios, solo nos queda esperar que el Tribunal Supremo acabe hoy con la incertidumbre que ha generado con respecto al Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, y tanto bancos como particulares podamos ver la luz con la decisión definitiva.