Máxima incertidumbre en el mercado hipotecario español. La sentencia del Tribunal Supremo (y su posterior rectificación) han provocado un verdadero terremoto en la configuración de este vehículo crediticio.
La formalización de un préstamo hipotecario se realiza ante un fedatario público. Como consecuencia, este acto genera un hecho imponible gravado por el impuesto de actos jurídicos documentados (AJD). Hasta ahora, el sujeto pasivo de este impuesto era el prestatario. En cambio, la sentencia del Tribunal Supremo interpreta que este tributo debe recaer sobre el banco prestamista.
Dicha sentencia establecía también que las entidades financieras deben compensar a aquellos firmantes con una antigüedad inferior a 4 años, ingresándoles el importe que estos habían satisfecho a la Hacienda Pública. Nada más conocerse la decisión, los bancos comenzaron a caer fuertemente en La Bolsa. Y ante dichas caídas, el Tribunal Supremo decidió dejar en suspenso la sentencia por las consecuencias económicas que esta podía acarrear. Finalmente, Carlos Lesmes ha indicado que será el 5 de noviembre cuando el Supremo se reúna para aclarar las dudas que se han generado.
Lo que parece claro es que, a partir de ahora, el peso del impuesto recaerá sobre las entidades financieras, quienes ya han empezado a elevar los tipos de interés y las comisiones para trasladar, en la medida de lo posible, este pago a los clientes. Lo que esta en duda es si la sentencia tendrá carácter retroactivo. Se estima que si se ha de compensar las hipotecas pagadas en los últimos 4 años, el impacto en sus cuentas estará en torno a un 2-4%. Si la sentencia finalmente obligara a compensar todas las hipotecas firmadas, el impacto sería más elevado, en torno a un 10-12%.
En definitiva, el laberinto en el que se ha convertido la contratación de una hipoteca parece tendrá su fin el próximo 5 de Noviembre. Independientemente de en quien recaiga el pago del impuesto, el cual pagaran los prestatarios, se antoja como punto más importante la retroactividad de la sentencia. En función de cómo sea ese punto el impacto será mayor o menor en la oferta hipotecaria actual.