Este mes de agosto, el tradicional mes de vacaciones para los españoles, ha traído para estos un coste adicional. Las subidas en los carburantes han incidido en uno de los meses que más desplazamientos se dan.
Tras sumar una cuarta subida consecutiva, el precio de carburantes como la gasolina o el gasóleo ha alcanzado su máximo en lo que va de año. La gasolina, con precios como 1,33 euros el litro consigue repuntar un 0,075%, cifra que no se veía desde mediados del pasado mes de julio. Por su parte, el gasóleo se sitúa en los 1,23 euros, tras encarecerse un 0,16% con respecto a la última semana.
Los precios de ambos carburantes (gasóleo y gasolina) continúan la tendencia alcista que los ha llevado a encadenar una subida tras otra en las últimas semanas. Este incremento de precios va de la mano del repunte que ha sufrido últimamente el petróleo. El precio del barril de Brent, barril de referencia en Europa, ha llegado a situarse en los 74,5 dólares. Mientras que, a su vez, el barril de crudo americano se encarecía hasta legar a los 67,7 dólares.
¿Es más caro o más barato que el año pasado?
El litro de gasóleo ha sufrido un incremento del 14,7% en su precio con respecto al año 2017. Por otro lado, la gasolina también es un 11,5% más cara que el año pasado. Traducido en euros, llenar un depósito de gasoil cuesta 8,70 euros más que hace un año y 7,40 euros más un depósito de gasolina.
Sin embargo, si miramos a nuestros vecinos europeos, España es de los países con los combustibles más baratos. El precio medio de la Unión Europea se sitúa en 1,46 euros para la gasolina sin plomo 95 y 1,35 para el gasoil. Esto se debe, fundamentalmente, a que la presión tributaria en España es aún más baja que la del resto de países de nuestro entorno.
En conclusión, la subida de los precios del petróleo ha provocado máximos en los carburantes si tenemos en cuenta las cifras registradas en lo que va de año. Y aunque los precios en nuestro país estén por debajo de la media europea, la época del año en la que ha ocurrido no deja de ser un contratiempo para las muchas familias que han decidido desplazarse durante sus vacaciones.