Como ya se avanzaba en la anterior semana, el PIB europeo del primer trimestre marcaría un registro positivo, y así fue, concretamente del 0,5% aunque bien es cierto que una décima por debajo de lo que se esperaba.
Si este crecimiento lo estudiáramos de manera desagregada atenderíamos a cómo el mayor aporte a dicho indicador, para el primer trimestre, lo han realizado las economías de Chipre, Eslovaquia y España, por ese orden. De cerca, y esto supone buenas noticias, le han seguido el PIB alemán y el francés. Hay que resaltar, llegados a este punto, que Alemania ha presentado una Balanza comercial muy por encima del dato que se esperaba de 20,5 billones, llegándose a situar en los 23,6 billones y dando síntomas de que la locomotora europea está en buen estado de salud.
Por su parte, China ha marcado una bajada en el IPC que sin ser alarmante sí que pone de manifiesto que este indicador, al menos, se está estancando. Al otro lado del atlántico, hemos observado los buenos datos presentados por la Administración de Información de Energía de Estados Unidos reflejando un decremento semanal en barriles de petróleo crudo comercial que sin duda influirá en el precio de los productos petrolíferos a la baja.
De cara a la próxima semana, será el martes cuando conoceremos el IPC anual de Reino Unido que se espera esté situado en el 0,5%. Importante también será ser conscientes del PIB del primer trimestre de Japón, y confirmar si efectivamente se mantiene en el tan pobre 0,1% previsto, o bien incluso pueda llegar a darse la vuelta tornándose en negativo.
Por parte de Estados Unidos no se esperan grandes noticias más allá que conocer, a finales de semana, el índice manufacturero de la FED de Filadelfia.