La enorme tensión política de Reino Unido por el Brexit lleva varias semanas provocando confrontaciones en la Cámara de los Comunes.
Hoy mismo, tras la dimisión de Philip Lee y su paso hacia el partido Liberal Demócrata, Boris Johnson y su Gobierno han perdido la mayoría que tenían en la Cámara de los Comunes. Esto obligaría a Reino Unido a iniciar los trámites de una Ley que obligará al Gobierno a pedir un retraso de tres meses en la fecha del Brexit hasta el próximo 31 de enero del 2020, siempre y cuando no se produzca un pacto previo con Bruselas para ejecutar un divorcio ordenado.
Boris Johnson ya ha anunciado que, si el Parlamento respalda esta ley, el Gobierno pedirá elecciones anticipadas que se celebrarían muy posiblemente el próximo 14 de octubre.
La incertidumbre que ha generado la posibilidad de que se tuvieran que celebrar elecciones ha provocado una caída del 0,5% de la libra. El mercado teme que la votación sea una pugna entre el Brexit duro de Johnson y política económica radical de Corbyn, aunque los más optimistas confían en que si el líder conservador modere finalmente su posición.
Por otro lado, KPMG ha anunciado que una salida del país del bloque europeo sin llegar a un acuerdo tendría un impacto negativo para las economías locales y podría suponer una caída de los precios de hasta un 7%.
El precio promedio de la vivienda en Reino Unido aumentó un 0,9% durante el año que terminó el pasado mes de junio, lo que representó la tasa de crecimiento nacional más débil desde el año 2012. El precio en junio se situó en los 230.000 euros, aproximadamente 2.000 más que hace exactamente un año.
En conclusión, de los resultados de esta votación dependerá el futuro a corto plazo de la economía británica. Si la ley sale adelante, la probabilidad de elecciones para el 14 de octubre es realmente alta. La nueva mayoría parlamentaria será un nuevo elemento de incertidumbre para ele devenir del Brexit.