A día de hoy, la Seguridad Social sigue arrojando peligrosas cifras a pesar de la mejora que ha experimentado el empleo español durante los últimos tres años (la tasa de paro ha bajado de un 26,94% en el primer trimestre de 2013, a un 21% en el primer trimestre de 2016) y que pone en seria duda la sostenibilidad del sistema de pensiones español.
Según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en el pasado mes de abril se dedicaron 8.445 millones de euros para pagar las pensiones, lo que supone casi el doble de la cantidad que se desembolsó en el año 2003. En cuanto a los ingresos (8.404 millones de euros recaudados en marzo de este año) sólo experimentan un aumento de un 15% respecto de 2003. Cifras que muestran cómo el gasto en pensiones crece más deprisa que los ingresos por cotizaciones
Partiendo de estos simples datos, se observa como la situación es bastante preocupante en nuestro país, pero lo preocupante no es solo esto, sino que el número de pensionistas crece a una mayor velocidad que los ciudadanos afiliados al sistema de Seguridad Social.
En el anterior gráfico hemos plasmado lo que ya veníamos comentando anteriormente, el número de pensionistas crece a un ritmo mucho más rápido que el de los afiliados a la Seguridad Social. En el gráfico se refleja como desde 2006, el número de pensionistas ha crecido un 12% frente al 8,4% que han disminuido los afiliados a la Seguridad Social.
Es especialmente llamativo la relación que esta situación ha tenido con la gran recesión sufrida por España desde el estallido de la crisis. En 2007 el número de afiliados se encontraba en su punto más álgido, sin embargo, desde entonces y como consecuencia del periodo de depresión que atravesó nuestro país, la afiliación comenzó a descender de forma precipitada al unísono del incremento del paro. Esta situación continuó hasta tocar fondo en 2013, año en el que España empezó a reflejar los primeros síntomas de recuperación económica.
Este aumento de los pensionistas y reducción de los afiliados a la Seguridad Social, ha provocado que la presión fiscal soportada por las personas en activo durante estos últimos años, haya sido mayor para poder hacer frente al pago de las prestaciones recibidas por ese número cada vez mayor de pensionistas..
Para sostener esta afirmación podemos partir de nuevo de los datos representados en el anterior gráfico. En el año 2006 el número de afiliados por pensionista era de 2,5, sin embargo, en 2016 ha pasado a ser de 2,05, de ahí la mayor carga fiscal mencionada. Cabe destacar también que la media de los ingresos que reciben estos pensionistas también se han incrementado, lo que supondrá más presión aún, en cuanto al ámbito contributivo se refiere, para los afiliados.
¿Cuáles son las previsiones de futuro?
Si ampliamos horizontes y miramos hacia el futuro, la previsión es que esta situación se acrecentará más aun ya que el incremento de las pensiones está experimentando un ritmo más acelerado que el del empleo y no hay evidencias de que esta realidad se vaya a revertir.
Todos estos números implican una progresiva carga fiscal que van a tener que soportar las generaciones futuras si se quiere mantener el actual sistema de pensiones español. Y es que a estas cifras de ingresos y gastos se suma un factor muy importante como es la estructura poblacional de España.
España es un país con una baja natalidad y en el que la pirámide de población ya ha comenzado a experimentar una base invertida. El grueso de la población española se encuentra entre los 40 y 55 años lo que implica graves consecuencias, ya que ahora la gran preocupación es que cuando esos ciudadanos lleguen a la edad de jubilación, serán los afiliados (los jóvenes actuales) quienes tengan que cargar con esas pensiones si se quiere seguir manteniendo el sistema actual.
En definitiva, con un gasto en pensiones creciendo a un ritmo más acelerado de lo que lo están haciendo los ingresos por cotizaciones, la cifra de pensionistas aumentando el doble que la de los afiliados y una estructura poblacional española envejecida, el optimismo que puede existir es prácticamente nulo.