Cómo nos afecta la compra de Banco Popular
Martes 6 de junio a mediodía. El Banco Popular se queda sin liquidez para operar e informa al Banco Central Europeo. El futuro de la entidad estaba escrito: en menos de un día, el sexto de los bancos español es intervenido y vendido al Grupo Santander.
Miércoles 7 de junio. Los empleados del Banco Popular reciben un correo de Ana Patricia Botín dándoles la bienvenida al Grupo Santander. Entre los clientes y accionistas del popular reina el desconcierto, ¿qué va a pasar con su dinero? La respuesta es depende de la posición respecto de la entidad.
Aquellos que tengan sus ahorros en el banco, tanto en forma de depósito como en cuenta corriente, pueden estar tranquilo. En primer lugar, el fondo de garantía de depósitos cubre los 10.000 primeros euros por entidad y titular. En segundo lugar, porque dado que dicho banco pertenece al Grupo Santander, los depósitos están avalados por este. De hecho, el grupo tendrá que inyectar 7.000 millones de euros en Popular para recuperar la solvencia con cargo a sus propios accionistas.
Aquellos que tengan sus ahorros invertidos en fondos de inversión o planes de pensiones en la gestora de Banco Popular tampoco deben preocuparse. Estos fondos son un patrimonio fuera de balance que el Popular únicamente gestionaba. Para dichos fondos se fijará otra gestora y la única perdida que podrían asumir es si estaban invertidos en acciones de banco popular.
Finalmente, si los ahorros están invertidos en acciones o deuda subordinada, la perdida ha sido del 100%. Las acciones han sido amortizadas para tratar de reducir los pasivos del balance del banco y serán excluidas del Ibex a precio cero. Los accionistas minoritarios podrían reclamar por falsa información teniendo que compensarles el grupo Santander si los tribunales les dan la razón.
Como conclusión podemos decir que en la caída del Banco Popular se ha conseguido minimizar los costes. En primer lugar porque no han necesitado ni un solo euro de dinero público, ahorrando a los ciudadanos de a pie pagar la mala gestión de los directivos del banco. Y en segundo lugar porque los clientes del banco no han tenido que asumir ninguna perdida, recayendo estas en los propietarios del banco, es decir, los accionistas.