Es cierto que a veces, y sólo a veces, una verdad a medias, por repetirla hasta la saciedad, se convierte en una verdad completa. Si la semana anterior se preveía que la economía de la Zona Euro nos daría alguna alegría, estos pronósticos se van cumpliendo, eso sí, de manera leve.
Las estimaciones se cumplieron casi a la perfección y el jueves pasado ya veíamos cómo la confianza del sector servicios en la Zona Euro mejoraba y no cumplía con unas expectativas marcadas, aunque en senda positiva, a la baja. Pero esto sin duda era el anticipo, el postre servido por error en primer lugar que aun así no dejas de comer por miedo a que la equivocación en el orden no sea tal y lo que esté sucediendo es que se han quedado sin primeros y sin segundos. Pero no iba a ser así, faltaban los platos fuertes y el PIB trimestral y el anual de la Eurozona marcaron unos registros mejores de lo esperado. Concretamente, dos décimas por encima de lo estimado. Buenos datos, muy buenos datos. Y aunque el IPC siga haciendo de las suyas, el jaque mate, en este caso y en sentido positivo, viene dado por los buenos datos del desempleo agregado, situado en el 10,2% y bajando.
Pocas noticias de calado se esperan para la próxima semana, y es por ello que pocos sobresaltos tendremos. A destacar el conocimiento del PMI manufacturero de la Zona Euro, aunque es obligado aclarar que el verdaderamente importante es el de Alemania, que también se hará público.
He de permitirme el lujo de felicitar pues al gran empresario español que no es otro que Amancio Ortega, el trabajador nato e infatigable que la semana pasada cumplió años y lo quiero hacer con un texto para la reflexión de Hayek:
“… no podemos censurar a nuestros jóvenes porque prefieran una posición asalariada mejor que el riesgo de la empresa, cuando desde su primera juventud han visto aquella considerada como ocupación superior más altruista o desinteresada. La generación más joven de hoy ha crecido en un mundo, donde en la escuela y en la prensa, se ha representado el espíritu de la empresa comercial como deshonroso y la consecución de un beneficio como inmoral, y donde dar ocupación a cien personas se considera una explotación, pero se tiene por honorable en mandar a otras tantas…”.
Lo dicho, feliz cumpleaños.